Siento venir los pájaros de tus ojos
que me llenarán el cielo de ilusión.
En una barahunda de color se convertirá
la tarde donde la flama ignea
de mi ser te espera.
Hay un preambulo de argento a mis pies,
y millones de estrellas saltarán
a tu llegar.
Partirás la tierra con tu canto
y yo me sentiré hundir en el bacanal
de tu presencia, ya quisiera yo poner
las cosas donde tu las veas
y que no sintieras como se acomoda a tu mirar.
El rojo a tu mejilla, la risa a la boca,
la vida a mis ojos y los sueños
a tu voz que es más que trino.
Tu todo lo formas, todo lo armas
a tu antojo sin más que ver.
Ya se han posado los pájaros de tus ojos
en las ramas de mi alma
y me llenan de libertad para sobrevolar
la tarde blanca como la espuma
y entre pompas navegar asido a tu encanto
recorriendo las penas y conocer
su vinagre para aprovechar la ambrosía
que me das en dádiva a la espera.
Siento venir rosáceos tiempos
en un tropel de cantos y miel
por que has llegado con las cosas
que hacían falta en mi vida
y las has acomodado donde
nada las dañe, en mi cielo
que no conoce más ilusón que tú.