Ese lago inmenso delante,
no puedo pasar sin quedarme en el fondo de sus aguas,
bebería todo lo profundo, pero me ahogo, me aflijo.
Atravesaría con un armazón de madera y llegaría,
a la otra orilla: no puedo, no puedo.
Despierto una pesadilla incrustada en mí,
incrustada en otros años. Cataclismo de palabras.