Alexander J. Montero

El caer del sol

Esta mi herida agarrada a mi pecho

tiene abiertas las alas,

de manera que en mi pecho

hay pegadas un par de alas...

en el centro de ellas una herida

como la de una garra

que sangra y lame su sangre

que sabe a hambre.

Es el preludio de la bala,

el caer, el impacto de un cuerpo celeste

de lamidos recuerdos

siento ya el caer del sol,

el romper de las olas en mi pecho desnudo

y el nudo de la culpa,

ni tu mano esta conmigo y me temo que pronto

mi mano ya tampoco estará contigo.