Ramón Bonachí

EN UN JARDÍN DE BELLAS FLORES (Sonetos)

Esbelta y con afán dijo la rosa
luciendo ante las flores su talante:
-mirad que bien vestida y elegante,-
-de todas sé que soy la más hermosa,-


-Te crees la princesa más famosa,-
soltó la margarita con desplante,
-yo soy la favorita del amante
pues lleno con mis dudas cualquier cosa.-

Mostraban bellas hojas con salero
buscando ser las reinas del lugar,
sin miedo a terminar en un florero.

Estaban discutiendo sin parar
dejando su clamor al jardinero
que sabio, no las quiso molestar.

Entró en conversación el girasol,
-vosotras infelices no sois nada-
-yo lleno de color a la alborada
abriéndole mis pétalos al sol-


¡Cretinas con aromas de formol!
gritaba un elegante clavel rojo,
-yo luzco en un ojal y no me mojo,-
-inspiro y además... Soy español.-


Las flores capitanas del motín
de aquel tosco crisol de mil rencores
minaron con sus celos el jardín.

Heridas y cargadas en dolores
estaban decididas a dar fin
a tantos chismorreos y rumores.

Entró Dios en aquella discusión,
¡Ingratas, vanidosas... A callar!
-Creé el cielo y la tierra y creé el mar-
- también creé las flores de ilusión.-


-Ahora acatareis mi decisión.-
-Podréis por los caminos asomar
sacando la corola sin hablar.-
-Así castigo vuestra desunión.-


Ocurre que si vas con arrogancia
evitas el amor de los demás,
cayendo sin remedio en la ignorancia.

Las flores del edén no hablaron más,
ahora dan al mundo su fragancia,
son bellas y adorables además.