Extendida queda mi cordial bienvenida lector, habéis entrado a mi no tan humilde morada (Pues notareis que la humildad no es una de mis virtudes) palabras sabias poseo; y las que no mías todavía son, las hago cada que leo, grandes sabios en mi siempre cambiante y alucinante jardín habitamos pernoctando y cantando esos momentos de nuestras comedias cuando tragedias vuelven, y sed sincero mi bien amado, no es en ese exacto punto en que os trae la mayor dicha a vos? la tragedia de otro siempre y cuando bien expuesta os suele traer la quintaescencia del sosiego, esa pizca de alivio de saber que no sois vos solo, y hasta en el caso de vosotros los que compartís este placer conmigo (algunos nos llaman de mentes torcidas; pero, vosotros que te jactáis de llamarnos así en el averno seréis considerados siempre bienvenidos con el palurdo que captar no sabe la gracia en estos momentos pues la ignorancia por elección es el más capital de los pecados) de hasta alegraros con mi(nuestras tragedias) no sigáis ni busquéis secuencia, cadencia, y solo aprecia la cacofonía de la mía enclítica poesía que ni cíclica ni lineal es, no habito en el mundo terrenal; en alas de tinta negra volando con espíritus y animas habito, y además algunas o muchas de mis(nuestras) commedias pueden no ser más que desvaríos ...
Ah os preguntareis el por qué de mi habla tanto en singular como en plural y el por qué de una crónica tan extensa y prismática, pues y por qué más?, si no es el hecho de que la insana perorata del chiflado leéis? habría de bastaros, ahora caigo en mi dilema, seguir dejándote disfrutar del mío sempiterno (y sagaz cabe destacar) soliloquio o dejaros que paséis a las salas de mis otros yo, mmm...os dejo continuar y seguir paseando por nuestras casas en este jardín, recordad volver a visitarnos aquí, y si os olvidáis de mi (sincérate de nuevo, tal cosa que no pasará,…creedme) tened en cuenta que me volveréis a ver, oír y leer.
De vos me despido, mi bienamado lector…
Siempre tuyo,
L.A.