Tuve una ensoñación
que no deja llorar
y no puedo salir de mis congojas,
intensa es la alusión
que me hace recordar
aquel sueño febril y que me arroja
a un vil tropiezo con el pasado.
No, no quiero regresar
al tiempo que partió
llevándose de mi lado
aquellos labios rosados
que ahora no puedo ni besar.
Una visón entró
a mis sentidos dormidos,
y en ese sueño me hizo la insinuación
para volver a consentir
al amor que se ha ido.
Pero no,
no puedo yo aceptar
ese trago penoso que deshonra,
le dejaré partir en la imaginación,
aunque no pueda llorar por mis congojas.
Julio Medina
15 de septiembre del 2013