GAVASE

LA TIERRA DE MI CRIANZA

Siento aún la valla blanca

que lindaba la casita

de mi mente no se arranca
y en remembranzas transita.

 

Aquí me encuentro otra vez
contemplando tus paisajes,
siento tierna la niñez
viajando sin equipajes.

 

Subido al viejo peral
en su copa sentí fluencia,
de un periodo colegial
cuando atetaba inocencia.

 

Su recuerdo a mi piel llega
cual golondrina viajera,
que en otoño se repliega
regresando en primavera.

 

De lienzos viejos pinares
escondidos tras el mar,
y de fondo los lugares
que solía frecuentar.

 

Mis recuerdos yacen viejos
sin poder diferenciar,
los malos de los añejos
por designios del azar.

 

Los sentires de las tierras
que mis pies un día hollaron,
invocando antiguas guerras
de juegos que ya pasaron,

 

cuando el fragor de canicas
poblaban la vieja era,
y los guas criaban heroicas
batallas siendo trinchera.

 

Ahora el tiempo abrió brecha
y como vine me fui,
con un instante que acecha
los lugares que viví.

 

En campañas ya batidas
me escolta una canción,
siendo letras muy sentidas
que atrapan mi corazón.

 

¡Mi sentir nunca irá yermo
solo mi deseo sabe,
siempre canto cuando duermo
mas es poco lo que alabe!

 

¡Qué la lágrima en mí muere
gracias a maduras fotos,
que veo cuando el mal hiere
al sentir mis sueños rotos!

 

¡Al latir de mil encuentros
que en mi yaga siempre guardo,
de sitios en mis adentros
llevados como resguardo!

 

¡Qué la dicha siempre encierra
aunque fríos los bolsillos,
llenos de aire de esa tierra
dejando en mis ojos brillos!

 

Así es mi amada tierra
la de mí caminar brioso,
esa que mi gana encierra
es la aldea de Pedroso.

 

GAVASE