Robledo de Chávela, 22 de junio de 2005
No quiero conocer tus enfados,
solo quiero sentirnos amados
quiero estar contigo abrazado,
y no sentir lo que es estar soltado,
quiero besar todos los días tus labios
y no saborear el aire del agravio,
de que tu no estés a mi lado,
sintiendo la injuria, de la lujuria
del placer de agarrar tu mano.
Ahora tengo miedo de no dormir contigo,
de no percibir el roce de lo divino,
de que mis manos pierdan el tacto
de esa deliciosa piel para mis labios,
ahora siento que te tengo,
y me da miedo de perderte,
y no volver a verte.
¡cuántos Miedos inexplorados!.
Wicttor