Marisol-coincidir

No hago mudanzas en mi corazón, solo cambio algunas cosas de lugar.


En un recoveco 
de lo que fue mi alma o mi conciencia 
(según crean) 
se acumulan sensaciones y pensamientos 
que me retrotraen a esos instantes 
en que lo observo 
y otra vez 
me llena de paz. 
Escudos 
recubiertos de sentimientos 
que afloran del mar. 
Donde alguien sembró espinas, 
otro (él)... 
recoge margaritas. 
Equilibro que destila mi destino, 
comprendo así, 
que lo que siempre he buscado 
ha estado, todo el tiempo, 
a mi vera. 
Ecos de eras distantes 
que se aproximan sigilosos 
para avasallarme distraída, 
mientras el destino 
(arlequín al fin), 
se mofa en mi cara. 
No debí llorar por lo que no fue 
¿O tal vez sí? 
Ahora sé, 
que mi sombra 
ha sido persistente mente suya 
y que en mis pupilas, 
solo su mirada se ha querido reflejar, 
en ésta imposición pragmática 
llamada tiempo. 
Veo, entiendo, sé, 
que la respuesta más sencilla 
es a veces, 
la correcta.