Por qué te empeñas tanto
en hacerme responsable de tus penas,
si a mi tu me condenas
y a pesar que no tengo nada que ver causas quebranto.
Por qué te empeñas tanto
en hacerme comprender las injusticias
que tu sufres. Y a mi tus inmundicias
me rebotan y sin comerlo ni beberlo causan llanto.
Por qué te empeñas tanto
en internar hacerme ver que tus derechos
tienes que defender y a mi me escupes los desechos
y me pides que además yo sea un santo.
Por qué te empeñas tanto
en decirme que para tus problemas resolver
debes pagarla con los que te damos de comer,
con tan sólo excusas pedir por a mi dañarme tanto.
Por qué tanto te empeñas
en hacerme a mi rehén de tus desgracias
creyendo que con únicamente publicar que das las gracias
de mi afecto ya te adueñas.
Tuyos son tus problemas
y para resolverlos deberás recurrir contra el causante,
y no es de buen vecino y no es tener talante
que tenga yo que sufrir por la solución de tus dilemas.
Por más que me repitas,
de estas prevendas sólo algunos teneis el derecho a disfrutar
que os “autorizan” a la ciudadanía secuestrar
para vuestras heridas curar aplicando mis tiritas.
Más no te quede duda,
que al resto de vecinos sólo nos queda predicar en el desierto
que aunque un SOS lancemos por tener en canal el cuerpo abierto
ni tu ni nadie jamás ha de acudir en nuestra ayuda.