Cuando decidas irte, vete de verdad!
Llévate el silencio que has olvidado,
En el espacio que a ti fue reservado,
Escaseando de sentido la otra mitad.
Llévate el sonido de tus longas risas,
Que iluminaban en lo más recóndito,
Quemando el alma, corazón que habito,
Y esparciendo al viento así, sus cenizas.
Llévate tus olores, mis temores,
Acosándome por todas partes,
Que aunque te apartes, impartes,
Fragancias de viles emperadores.
Cuando decidas irte, no mires atrás!
Piensa en silencio cuánto has dejado,
Tus risas, tus olores, y su significado,
A lo mejor será lo que más extrañarás.