De tantos vagabundeos solitarios,
los sueños, al corazòn erosionaron,
que glaciares y vientos transformaron,
en abismales secretos temerarios.
De todas mis cosechas hay sonidos
como pàjaros agoreros en sus vuelos,
que se llevaron mis emociones en sus duelos,
a un confìn de escombros escondidos.
De tantas transformaciones que he sufrido
solo encuentro mi ser en el espejo,
en el instante que consigo mì reflejo
para capitalizar solamente mi latìdo.
De todos los momentos que he vivido,
èste abandono es tan mìo
que puedo eternamente ser un rìo,
afluente de èste, mi largo recorrido.
(Esperanza)