Yo nací, el mismo día,
en que tu me dijiste que me amabas,
y así morí, el mismo día, el de tu adios,
con aquel beso negado de tu boca .
Hoy me pregunto,
¿ Si los muerto vivos, tenemos la obligación,
de recordar la razón de nuestras muertes ?
¿Acaso no hemos pagado la gracia del olvido?
al matar la razón y los deseos de nuestras vidas.
L.M