FELINA

DEJA QUE YO TE CUENTE MI TRISTEZA

DEJA QUE YO TE CUENTE MI TRISTEZA

 

Tus ojos no me miran porque están distantes,

tus manos tempestuosas, con arraigos de amargura,

junto con mi felicidad... están ausentes,

porque dieron la caricia que se perdió en la bruma.

En esta noche hay ausencia de tus besos

y extraño tus manos, no palpan mi dulzura...

La luna se oculta bajo un manto negro

y junto a ella... yo oculto mi tristeza.

Sólo un suave destello, en la penumbra,

roza la alborada al despuntar el alba,

confundiéndose con la tenue luz de mi aura.

¡Deja qué yo te cuente, qué yo te cuente mi tristeza!

¡Deja que yo te cuente mi tristeza!

Y lo mucho que sufro con tu ausencia,

al hacerme falta tu presencia...

mi alma se quebranta de impaciencia…

Porque tú eres rayo de luz que ilumina el día,

destello de sol...en la mañana fría,

suave viento del mar que me despeina

y brisa cálida... que me acaricia.

Eres la dulzura, la ternura, vertidas en el alma mía...

tú eres torbellino que en la pasión me envuelve...

Mis brazos deliran por tenerte,

para asirme a ti eternamente.

Tus labios lirios rojos, posáronse en mi boca,

derramando el elíxir de la pasión que provoca,

dejando el tatuaje de un beso que evoca.

¡Deja que yo te cuente… que yo te cuente mi tristeza!

Felina