Pasar las noches colgado de un ciprés
hasta que llegue el pañuelo del alba a limpiar tus ojos rojos con los primeros rayos de sol
y buscar consuelo entre las sabanas
con el pelo enmarañado y el aliento hediondo de quien no ha dormido
y despertar cuando ya se esta despidiendo otro día
y rebuscar con el frío y el letargo alguna lata de conserva
llenando de andorga un estomago resentido,hueco y vacío
desayunando frente al ventanal de un televisor apagado que refleja
la langidez de tu figura y el desconsuelo de un hogar inerte
bebes un poco de agua para que no se te formen en la garganta nudos espesos de desamparo
caminas por el sombrío pasillo de regreso a tu nicho donde nadie te espera
rehaces apabullado el bodrio de sabanas y mantas ya enfriadas que anegaba el suelo.
Y cierras los ojos y expandes tus extremidades,travesías de arterias y venas que bombean encienquemente la sangre apilada en tu huesuda cavidad blanquecina que ahora disipa el ambiente de horas perdidas que llevaran a morir como las olas a la orilla,otro día
...que me entran hasta arcadas si tengo que escribir otra palabra más...
Texto e imagen:El Hombre Percha