DEL BOICOT DEL RENCOR AL GENUINO PERDÓN
Autor: Eduardo Carreño L.
Había construido una coraza impenetrable, con dureza,
una especie de bunker en su ser de mujer,
su ambiente era frío, distante y lleno de rabia,
un rencor imperceptible a la vista, pero que hacía daño.
La carencia de afecto, construyó en ella un eco punzante
y esa niña se hizo mujer, sin consentir su propia paz,
con el tiempo se independizó, aparentemente alegre y segura,
pero con un dolor agudo en el alma, boicoteando todo lo bello…
Inconscientemente sentía miedos incontrolables,
que le hicieran daño, no permitiendo que ningún hombre la amara,
la protegiera y la acunara tiernamente en sus brazos,
el rencor boicoteaba sus relaciones personales, bloqueándose.
Cada vez que un amor la abrazaba, su mente huía de ahí,
quedando cómo el hielo gélido y abandonado del polo sur,
le era imposible una conexión amorosa, una relación de verdad,
todo era un síntoma, de que algo no funcionaba en su sistema.
Hasta que decidió atacar su dolor desde la raíz,
tal cómo crece el árbol en la cima del cerro, sublime,
buscó a su niña interior y le dio protección activa,
desprendiéndose de aquella coraza, desvaneciéndola,
cómo la mantequilla al contacto con el fuego de la lumbre.
Dejó de huir, viendo a las personas, con tolerancia y perdón,
dejó su rencor y cambió de prismas, conectándose con la compasión,
solo así derribó sus sentimientos hostiles, soltando el dolor,
viendo esta vez como el amor al fin llegaba a su vida,
ella ha posibilitado al fin, el perdón del alma.