A diario veo pasar tu inquieta figura, y grito ensordecedor en la lejanía surca.
Cuantos siglos han pasado, no lo recuerdo. Pero ni un solo día ha pasado sin,
que el recuerdo de tu fresca sonrisa me haga idear que aunque vacío, aun vivo.
Te veo pasar y evitar no puedo esbozar la idea que yo soy, quien tu mano sostiene.
Sueño que en tus proyectos estoy incluido y me tienes. Que en las noches que Morfeo no
te visita es por que en mí piensas. Cuando la tristeza te abate sueño que en mí, consuelo encuentras.
A veces en tu balcón veo tu sombra y en mi alucinación creo que en mi piensas.