Una lluvia abundante
inundaba mi camino
la despedida era inminente ,
de prisa te acercaste
poniendo en mis manos
un paraguas ,
tus ojos competían
con lo que sucedía
en el cielo ,
mi corazón destrozado
decía adios
el tiempo me exigía el regresar ,
nuestras almas no quería separarse ,
las voces estaban ahogadas
igual que el camino
que estaba por andar ,
no podía quedarme ,
tú lo comprendías ,
asi amándote con todo mi ser
tuve que viajar
sabiendo que el regreso
estaba muy distante ,
pero sí estábamos seguros
que el hado nos volvería a unir ,
ya no pudo surgir el beso
porque los dos ahogados del dolor
sólo pudimos expresar una sonrisa
que llevo tatuada en mi alma ,
que es iluminada
con el amanecer y el atardecer .