Observo tu calidez
tu figura... tu donaire,
siento ternura al mirarte...
con tu blanca palidez.
Y el contraste que se ve
de ese fondo tan oscuro,
con tu rostro... inseguro,
propiedad de la niñez.
Tus ojos tristes y bellos,
manos blancas y pequeñas
como un manojo de estrellas...
aprisionando los sueños.
La mirada angelical
imaginando el futuro,
que llegará de seguro
como un estigma brutal.
Esos cabellos cobrizos
envueltos en tornasoles,
se volverán mil canciones...
llenas de amor y de hechizos.
Y el tiempo como testigo
de algún futuro imperfecto,
le mostrará si es correcto
lo que eligió en su camino.
Alicia Santi
22-11-13