Navalcarnero, 17 de Octubre de 2013
La delicia de unos labios
rozando el valor infinito
del placer del gusto recibido
del beso esperado y divino.
Como esa reliquia robada
que provoca esa palpitación,
de la incontrolada emoción
que invierte todo los sentidos.
Y el roce de aquellos bembos,
tergiversando lo que pretendo
emanando del interior “fuego”,
que dilata y despoja mi alma,
mientras se marcan las huellas
de mis dedos en tu cuerpo
enloqueciendo esta mente,
con este arrumaco indulgente
marcando este bello instante,
como momento inolvidable,
en el que por primera vez
nuestros labios apaciguaron
la fiesta del baile voluptuoso
de un evento tan hermoso.
Como un espectáculo de sabores,
mezclándose en lo profundo
buscando el perfecto gusto,
de morir y caer moribundo,
por el sabor de este beso,
del beso que quiero robar,
de sentir el sabor en el paladar
de esa combinación perfecta
de una degustación excelsa,
del sabor del beso profundo.
¡deseado beso¡
Wicttor