Agua y agua tranquila
que en el calor no se derrite
sino que se agita.
Agua y agua de suerte
que en el desierto
te salva de la muerte.
Agua y agua de vientre
que de ese mundo tan noble
sólo te queda nacer.
Agua y agua de río
que de tanto hechar piedras
desvías el camino.
Agua y agua maldita
que de entrar en ella
te vas a ensuciar.
Y por fin:
Agua y agua de amor
de la que una vez mojado
ni de las penas te quieres secar.