Cuando llego a la orilla,
me enorgullece ese hermoso rió,
cuna de mis ancestros, que jamás podre olvidar.
Hermoso ese rió,
con sus aguas que corren libre mente,
con ese sol, sofocante hace reflejar un brillo,
y sus playas, adornadas por hermosas piedras.
Mis ojos, sollozan al contemplar,
cuando niño, mis veleritos, echaba a navegar,
los pájaros , surcaban el espacio,
y con mi nailon, sentado en las murallas, no dejaba de pescar.
Mi Pasatiempo, era volar cometas,
siempre peleando con esas ventiscas,
para que no ce enredaran,
en los grandes árboles que allí se hacían,
y no solo se asieran como simples ruinas.
¡OH…mi rió querido,
tu nombre heredaste de los zenúes
tu sabes que yo no te olvido,
y el día que muera, ojalá allá desplegaran mis cenizas,
En ti...
Autor;
Mario José negrete torres