anfaber

Llamado


Tal vez sea la tierra

cansada de tanta indiferencia

con su grito de sangre envenenada

la que llama sin tregua.

 

Llama en la piel

en los huesos

en el agotamiento.

Su voz es honda, fértil

semilla que desborda desde lejos.

Grita la insurrección pacifica

revolución de manos arrugadas,

Clama por ella.

 

Tierra de andares mansos

tierra que da , que canta

tierra de flor naciente

para la boca seca

para el oído sordo al sonido,

a ese fragor de voces y de ecos,

y para este ojo hambriento

que solo ve paisaje en el paisaje.

 

 

andrea