Murialdo Chicaiza

ANIMAL ESPIRITUAL

Somos vasos de barro en la greda

ansiamos contener oro, quemamos nuestra esencia

para elevarnos como incienso al cielo.

Construimos casas para dioses a nuestra medida,

los encapsulamos,

los metemos en atrios y los imaginamos genuflexos.

Edificamos torres de babel

y en nuestra confusión no vemos

que apenas son de papel y humo.

Elevamos escaleras endebles a lo alto

por donde creemos que bajan ángeles soñolientos.

Construimos arcas de Noé

para intentar salvarnos de nuestras tormentas.

Y no somos más que dioses mínimos

que soñamos que un Dios nos sueña

en un grandioso juego y sueño de amor

Y lo adoptamos como Padre para que él nos llame hijos.

mientras tanto olvidamos el sol que nos quema y la sed

Olvidamos el polvo y la ceniza que nos cubre,

La vejez, el dolor, las manos de nuestros mendigos.

Esperamos reinos etéreos entre vapores y tronos

Olvidamos por momentos a la muerte y la desterramos

a la vida eterna, aprendemos a desmorir.

Admirable torre, admirable construcción

creencias admirables, incierta fe.

Y apenas matamos al animal este resurge

mas prendemos el fuego una y otra vez

jobs que no lamentamos nuestra picazón y lepra

esperamos que algo termine para empezar lo eterno.