Me hiciste el amor como nunca antes,
me llenaste de las más bellas caricias
endulzaste mi oído con remembranzas
que hicieron despertar mis sentidos.
No estabas cerca, pero sentí tu calor
estabas acariciando mi alma,
frágil, triste y desesperanzada
sufriendo por nuestra separación.
Gracias te doy mi bien amado
por acordarte de acariciar primero
mi alma, antes que mi cuerpo.
D.R. 66ARCOIRIS.