Vacía está la sala pues todos salieron
y me han dejado solo
tendido en el suelo.
Es ahora o nunca,ya tengo que hacerlo!
de ella me separan
apenas dos metros.
Sé que estás ahí,lo intuyo,lo siento
y voy a ir por tí
aunque sea pequeño.
Es duro arrastrarse guardando silencio
y tener restringido
el desplazamiento.
Reptando, la alfombra araña mi cuerpo,
y me hiere los codos
cada movimiento.
Pero todo sacrificio conlleva su premio
y en última instancia
alcanzo el madero.
Con la cara roja por tamaño esfuerzo
doblando las piernas
me impulso y me yergo...
Sabía que ahí estabas maldito...te tengo!
y me vuelvo a caer,
exhausto y contento,
luciendo en la boca
mi chupete nuevo...