¿Para qué quiero ser, si ya no soy?
Si avanzo peones para que caigan.
Si sacrifico la dama casi por nada
y apenas si juego con mis palabras,
lejanas y polvorientas del ayer, que es hoy.
¿Para qué caballero, si ya no cabalgo?
Si cierro postigos a mi conciencia
y cuando vivo es que sueño a ciegas,
y apenas si juego con mis palabras
que dicen lo mucho que ya no valgo.
Contemplo mi imagen que no se refleja:
soy fantasma de vida quemado en la hoguera,
esperando nacer de una vida muerta.
Y apenas si juego con mis palabras
que son de mi patio, simple enredadera.