Elena Lisett Pereira

SOLTANDOTE LA MANO

Soltándote la mano
(Dedicado a mi madre)


Estoy aquí extrañándote...tocándote sin sentirte, acostumbrándome a tu ausencia.
Que difícil soltar tu mano para dejarte ir, pensar que tu alma se fue volando como un ave liberada después de mucho...demasiado tiempo presa.
Todavía me acuerdo cuando te conocí, eras y sigues siendo el rostro mas lindo que nunca vi. Tus ojos ¡ay, tus ojos! que expresaban con la misma facilidad el dolor, la alegría, la rabia, todo lo que pasara por tu vida en ese momento. Tu boca tan pequeña, tu boca tan perfecta, apuesto que el mismo Dios la dibujo con sus dedos.
Tu cabello tan bonito que parecía de mentira... ¡cascada furiosa de rizos! ¡Dios...Dios, mi alma esta sangrando! , porque...el amor duele...
Pero ¿como no amarte ser perfecto? si lo mas lindo que he conocido...es tu alma, tu alma bella capaz de cualquier sacrificio para ayudar a los demás. Tus frases amables, tu lista de interminables amigos, que aun hoy no termino de conocer...
El amor a tus padres, tus hermanos a todo lo que te rodeaba. Tan vehemente para amar que eras capaz de odiar sin medida al que destruyera el camino de rosas que con muchas dificultades plantaste para los tuyos.
Capaz de enmudecer frente a la belleza de una rosa
Capaz de doblegar tu orgullo frente a los ojos de un niño.
Te quieres ir de mi lado...y no puedo soltarte la mano ¡no quiero! ¡Perdóname por amarte tanto!
Tus ojos se están llenando de despedidas... ¡no quiero verte! no volteo, te doy la espalda, lloro...pero tu no ves mis lagrimas, porque las escondí en una amarga sonrisa, en una resignada sonrisa.
Me mientes, me pides que te ayude a levantar y me abrazas...
¡Que dolor estoy sintiendo! ¿Dicen que el alma no duele? ¡Mentira, duele, duele mucho!
Nunca volveré a sentir un abrazo como este ¡seguro que no! un abrazo que me dio todo el amor en un solo momento...perdón, tristeza y despedida...
Amor, amor verdadero, amor único, sincero. Un abrazo como el que me diste el día en que te conocí, ser hermoso y perfecto. Adiós...puedes irte. Mientras yo me siento frente a cada detalle hermoso, recordándote, extrañándote, sintiendo que fuiste el más grande de mis amores...
¡Ve, libera tu alma de tanto dolor! vuela como una mariposa...te lo mereces.
Yo desde aquí te veo partir con lágrimas en mis ojos, las mismas que ayer bañaron mi alma para no hacerte sufrir y al ver que te alejas no puedo contener...
Vete Mami, ya te solté la mano y guarde tu rostro en mi corazón...