I
Dora, tu oro leve que mece la brisa
es el abanderado cabello que fascina
a este triste que en el alba declina
y que lanza hechizos que no hehiza
a su variada suerte para domarla
y hacerla un poco de su forma
Dora, fuiste fiesta, juicio y norma
la que sus ojos de cielo me hacia amarla
la que su nombre dorado derramaba
sobre el atento oido halagado
por ese sonido en que encontraba
todo lo que Dios me ha regalado
Dora, yo te juro que jamas un hombre
venero mas la ambrosia de un nombre
II
Alejandra, mujer morena de clara luna
entallada en tus ojos color madera
nuestras almas cual arbol y enredadera
fusionabanse intimas, plural y una
Alejandra, mi dulce amor postrimero
en el jardin de tu idilio cuatro años
vivi, mas gelido llego el desengaño
cuando te fuiste a pesar de tantos te quiero
Dora y Alejandra, en mi pecho no hay rencor
sabran estas mujeres que en el alba pienso en ellas
sueño de mis sueños soy, mas el amor
que en ellas verti, me hizo real. Bella
mi vida puedo decir que ha sido
Dora y alejandra, por haberlas conocido