Ahí está, tan bella, como brotada de la nada
Con serena mirada que hace gala en su faz
De sutil sonrisa que a mi alma trae paz
Con encanto mágico, tal si fuera un hada
Su mirada, con la timidez de una vela,
Resplandece en la oscuridad del infinito
En silencio, se escucha su voz, pedir a grito
Como quien un beso de amor, anhela
Sus cabellos, al cobrar vida con el viento,
Con destreza acarician su delgado cuello
Emergen tiernos besos de entre sus enredos
Que sonrojan su piel y roban su aliento
Atónito ante su belleza, estoy atento,
Esperando con paciencia un descuido
Para entregarle un beso en un suspiro
Y cambiar por su sonrisa, mis lamentos
Oh Venus, mí amada diosa del amor,
Permite a éste mortal, tan sólo un beso
En cambio, para ti serán mis versos
Y por ti seré por siempre, un cantor.