Rosa Baladron Rodriguez

Y APARECERÁ UNA LUZ

Cuando la soledad

me muestre el desierto

y de nada ni nadie

pueda recibir consuelo,

aparecerá una nueva Luz

descendiendo,

al final del oscuro

túnel del sufrimiento

llenando mi cáliz

de amor ardiendo.

 

Tengo por amigo sólo

este preciso momento,

en medio

de la eternidad del tiempo,

el milagro que acontece

en el abismo del precipicio,

que te hace volar libre

como un pajarillo.

 

Ya no busco guía,

consuelo ni consejos,

me dejo llevar por el flujo

que hace mover al viento.

Ser libre a veces asusta,

no encuentro en la tierra,

un suelo donde apoyar mi peso.

 

No lucho contra las sombras,

sin ellas no podría ver

esa hermosa Luz,

esperando materializarse

en un cuerpo

atormentado pero vacío,

al amor abierto.

 

Gracias, mí querido Universo

por existir más allá

de los opuestos,

de la verdad o la mentira,

de la libertad o el miedo.