El Lago de los Lamentos
- “Desearía ahogar las penas en lágrimas de cristal”- repitió en el vacío de la tristeza y soledad, una lagrima derramada a un infinito lago de angustia, miedo y oscuridad, aquél que contenía las luces de su alma aquellas que jamás volverían a brillar. Su voz trémula se apaciguo en la nada, en quedos murmullos que viajan de aya para acá una melancólica melodía de los días perdidos en armoniosa soledad. Recordaba los tiempos remotos, de épocas antiguas cuando aquello era un jardín de felicidad, donde las flores crecían todos los días como hermosos fénix que de las cenizas renacerán y su risa cristalina que levaba consigo alegría y tranquilidad.
Realmente no lo comprendía ¿Cómo aquello se habría transformado en su miseria personal? Solo recordaba que las sombras habían marcado su feliz hogar, su débil corazón comenzó a temblar, paralizado de miedo y terror se le olvido palpitar de sus ojos caía lágrimas y con el salado elixir, las radiantes flores comenzaron a agonizar y su pobre corazón temeroso se empezó a marchitar, formando aquel lado hundiéndola en la oscuridad.
- “Solo quisiera dejar de llorar”- pronuncio a la nada- desearía salir de esta cárcel… yo… yo solo quisiera poder volar- su voz se perdió en el vacío y supo entonces que estaba condenada a la soledad que jamás nadie vendría en su ayuda, que no vendría un caballero con armaduras de brillante metal, que sus lagrimas caerían por siempre para el resto de la eternidad, que se perderían en el lago de los lamentos y que los sueños puritanos de su alma jamás volverían a iluminar los caminos de su destino pues estaba condenada a morir en la angustia de su pesar.
Su corazón se había secado, muerto, y atrapado por la oscuridad, por la sombra de sus miedos que no lo querían liberar y por ello de sus ojos caían lágrimas pues había muerto en vida, había muerto en vida y soledad.
Desearía poder guardas las penas en lágrimas de cristal
Para evitar que sean derramadas y mancillen la felicidad.
Desearía Ahogar las penas en lágrimas de cristal
Para cuidarlas por siempre y que no caigan en vano,
Vacío en oscuridad.
Desearía ahogar las penas en lágrimas de cristal
Para guardarlas en la caja fuerte de los miedos y
Pesares para que de ahí no salgan jamás…