Entrecerrando mis ojos
un cuerpo sansado,
y el abrazo de la chica imaginaria:
El ocaso de hace visible,
junto al ultimo rayo de sol
que ilumina mis ojos
La noche lla llega
mi fantasma sale
a buscar su sonriza,
entre tejados se dezlisa
cantandole a la luna
oh! gran fortuna en el sitio deseado
y ella marchandose con el tipo equivocado.
Las plantas cantan
al ritmo del viento
por ese gran desaliento,
el invierno ha llegado
y se pronuncia una lluvia
que mi alma ha lesionado.