gaston campano

A un viejo surco.

Mi padre viejo sendero,

y sus cuentos hecho hilachas

los pies en el bracero

en las manos la guitarra.


Las décimas me decía

son el lamento nuestro

se necesita valor

para descifrar mis cuentos.


Siempre tuve aposento

bajo la sombra de un árbol

donde la música suave

era el trinar del campo.


El sol era mi luz

la luna una viajera

el trigo era el soñar

de las antiguas eras.


La paja de sol brillante

acogió mi cuerpo aveces

Para dormir calientito

entre gavilla de mieses.