... he podido tocar el viento
con las huellas de los dedos
componiendo el aliento frágil
de la carne de mariposas
lustrando la sangre del ocaso-
nos separan dimensiones
-una puerta al enjambre de costillas-
entrelazados los latidos,
desorden emocional-
un beso volando en la membrana percudida por las sombras
una boca nadando en las paredes venosas de una catarsis
unos labios cayendo en la exaltación sanguínea de la leucemia
un deseo penetrando el éxtasis corrosivo en la simbiosis
somos dos terrones de azúcar
en un lago ungido en la garganta*
diabetes en tus gemidos, la glicemia te acosa el horizonte de tus ojos percudidos por la luz
una lágrima lastimera habita el metabolismo de una tristeza enferma en dolor,
leucemia en mi pecho, mi latido es invisible como el pulsar traslúcido de mi verbo
frágil se vuelven los ríos asediados de fuego, el llanto líquido siente la soledad
al sentir clavar las fauces del impedimento de...- tocar tus labios-
Refregando las manchas del cielo, /nubes revientan/
caen sus manchas, caen sobre nuestra piel, /caen/
sus lágrimas, cae la lluvia, cae el miedo, /cae/
el frío tacto de mi cuerpo sobre el cadáver
de mis sueños-
ni un cuento nos quita la palabra, ni la distracción me quita un beso,
te quiero, te amo, pero, te quiero aquí en este mar sin margen,
aquí donde mi extremidad satura de animalitos voladores
la soledad de tu cuarto apretado por un techo boquiabierto
en la sórdida reflexión de los muertos*
nos toca, una canción, nos toca un destino,
el dedo pulgar del toca-discos
reproduce el ciclo que una vez quebramos
por la torpeza de nuestros oídos,
toca, toca-el-planeta,
da vueltas, da vueltas a un sol marchito,
la esperanza nos quema,
la esperanza cada vez nos promulga un invierno ocre
que sentimos al ultrajar cada mes de Septiembre
la fotografía en tres D, de mariposas exiliadas
y el aliento quebrado de árboles que nacen
para azotar mi pecho contra el cielo radioáctivo,
en primavera te invito al té,
en primavera nos bebemos todo el ocre,
en primavera veremos nacer los astros en las destrucciones de un coito lumínico,
se nos acerca el tiempo, en lo distante de conocernos,
se nos acerca el tacto,
se nos acerca la intimidad,
se nos acerca el claustro, -el miedo-
se nos acerca un beso colgado del cielo cuando sé esta sonámbula
por los encierros matutinos de las paredes pálidas, y deprimentes,
-cuando es de noche-
se nos acerca
un verbo,
un sueño,
un punto final[.]
Se nos acerca el silencio,
mis dedos
probarán sí estás viva
sí eres de verdad,
y tus labios
callarán mi soledad-