Eres como una sirena de ensueño
sonriente e indulgente entre su rostro,
nadas en lo profundo de mi imaginación,
hermosura esplendorosa en tus cabellos,
tu pelo enredado en las olas del viento,
delineada tu figura en márgenes perfectas,
recorriendo el azul acantilado de los mares.
Es tu bronceado, el dorado de la piel,
es el sol encantado de acariciarte,
es la brisa perfumando tus encantos,
y aun te sigo mirando sin espabilar.
Cuantas desventuras fueron efímeras,
muchos tornados susurraron mis ansias,
eclipses celestes alimentaron mi confusión,
secretos furtivos se han ido de los recuerdos,
y encontré la calma postrado a tu dulzura.
Todo es mesura en mis pasos,
siempre he querido enmarcarte
como portada de paisajes florecidos,
nada es ilógico, todo es real
eres todo lo que busco para llenarme,
llenar los mares de mi sangre con tu ser.
traje de plata adornado de estrellas,
no son escamas, son estrellas,
he bajado las estrellas sigilosamente,
para colgarlas en tu vestido de sirena,
para reflejarme en el espejo de tu vestido
y así robarle ternura al contraste de tus ojos.
Matices dulces sembrados en tu piel,
inocencia y picardía en tu sonrisa,
una leve sonrisa bastó para cautivarme,
una alegre tarde soleada; el diario de vivir,
contemplando a mi sirena a la orilla del mar,
retratando su belleza en el centro de mis ojos.