- Por momentos los caminos
pronto llaman a tu puerta,
llegando a ser asesinos
si tu alma va descubierta.-
¿Recuerdas aquellos cántaros
en la orilla de la playa?
Hoy los rodean llocántaros
y hay trozos por donde vaya.
Esparcidos en fragmentos
los he vuelto a divisar,
donde agridulces momentos
pudimos saborear.
Llevan signos de su frente
por brillos allí dejados,
con textura diferente
sabiamente acicalados.
¡Aún recuerdo el color
de su cara reflejada,
era el tono del amor
de una cara encelada!
Añorando su embalaje
en su beso aún me pierdo,
entre aromas de oleaje
engatusado al recuerdo,
un recuerdo amartillado
por el ritmo de las olas,
un recuerdo sonsacado
contemplando sus cabriolas.
Aliñados con frescura
sabiamente concentrados,
en un cuerpo de locura
dulcemente resguardados,
de las olas ya vencidas
y rendidas al querer,
de las idas y venidas
de dos cuerpos al mecer.
Dominaban dos tesoros
hallados bajo su boca,
cuyas orlas eran oros
y su palpito provoca,
suplicando los fajados
y lujuria permanente,
siendo labios coligados
a disiparse en su afluente,
ambicionando el placer
de manos dándose bríos,
deseando florecer
y sacar de carnes fríos.
Fríos de caducas hambres
cuya piel era mi cura,
siendo manos como enjambres
en noches de luna pura.
Ya despierto en mi locura
perdida en este paraje,
me despido con premura
iniciando nuevo viaje,
por senderos y de vuelta
en tientos allí dejados,
con la pena ya disuelta
en caminos pronto hallados.
- Por momentos los caminos
vienen dados al azar,
al azar de dos destinos
que botaron pronto al mar.-
GAVASE