A medio mordisco entre la luna y tu escote, entre rasuradas manzanas prohibidas y serpientes de dudas, ateo al desenfreno de Judas con Santa Magdalena.
A medio mordisco entre versos que eluden versar a la clandestinidas , a plumas insurrectas de darlo todo por vos y nada por ti,
camicace burbuja del caviar llamada pluma y manjar llamada despedida.
A medio mordisco de entre santuario prohibido y sepulcro a ultima hora del dia, donde reza Adán por ser un dia Eva,
y poder sentir el mordisco eterno a su manzana prohibida de Blancanieves.