¡Qué tristeza y qué pesar
Por las lágrimas vertidas
Para ahuyentar las heridas
Que no me quieren dejar!
Yo quisiera navegar
En tus aguas bendecidas
Por musas enternecidas
Que me quieren ofrendar
De un hechizo su ternura
Y el perfume de una flor
Vestidos de poesía.
Para que la vida mía
Sane su pena de amor
En tu regazo, ¡Oh dulzura!