Robledo de Chávela, 22 de Abril de 2006
Impregno con efluvio de sollozos
vivo, el sin vivir de la noche oscura,
que busca el dictamen de la premura
¡psicosis práctica de pensamientos!
de sentirse al borde de la locura,
¡buscando insistente la cordura!.
Si, pienso luego existo, y estoy vivo
pero prefiero morir, si no consigo
pero morir lentamente en mi sino
y renacer suavemente contigo
porque todo se acaba si te vas,
en aquel emanación de lágrimas.
que marcan arroyos en las mejillas
del sufrimiento latente cada día,
de aquellos que aman sin ser amados
¡y debo de sufrir y transigir!
dejando aumentar el sublime sueño,
pensando en el comienzo de la cura
de esta adyacente y póstuma locura
que ha elucubrado la excelencia,
“del gran pasaje a la felicidad”.
Wicttor