robert marbre

Serpientes

Abomino las serpientes

porque secuestran mi valor,

sus perversos colores

estimulan licencias de hiel...

 

Desgarrando la pureza,

reptan, largas como la aflicción

por mi escondite infantil,

no van a encontrarme, no esta vez...

 

No se me van de la cabeza

sus viles figuras de vapor

ni la ponzoña de los arroyos

que me promete mirra y miel...

 

Les tengo desconfianza

-aunque reguemos la maldición-

como le tengo recelo

a las buenas palabras que suelta el Edén...

 

Sigilosas se me acercan,

me dejan sentir todo su dolor

y no me dejan más que un amago

las virtuosas que no saben morder...