Te he esperado impacientemente
todas las noches en mi cama,
Me acuesto contando las estrellas
de dos en dos, imaginando que somos tu y yo.
Y así, contando e imaginando espero la hora acordada.
Pierdo la cuenta contando las estrellas,
el tic tac del reloj me hace volver la mirada
y me doy cuenta con infinita tristeza
que una vez más lo olvidaste.
Abandono entonces el conteo
y me incorporo para escribir
Cómo imagino que será tu llegada.
Mañana será otra noche en que volveré
a contar las estrellas de dos en dos
para esperar tu arribo a mi cama.
D.R. 66ARCOIRIS.