Acarició la almohada vacía.
No encontró a quien esperaba,
Sino el espacio frío que yacía,
Mientras las sábanas lloraban.
Mientras las sábanas lloraban,
Al acecho del día que amanecía,
Su cuerpo y alma se desgarraba,
Por el amor y pasión que nutría.
Por el amor y pasión que nutría,
Recordó en su lecho que la amaba,
Apretó aquella almohada, y todavía,
Sentía la presencia de su amada.