el duende

LOS AMIGOS QUE TUVE

Los amigos que tuve, hacían vida de barras

y a menudo de noche van de fiesta,

pero no beben vino amargo,

porque saben que la vida necesita grandes gesto

y que la noche no es de nadie,y hay que luchar por ella.

Los amigos que tuve, no  se alumbraban con la luz de la luna,

por eso tienen heridas negras, de las que alardean,

las señoras que buscan a mis amigos

son sombrias,y no se ajustan a sus vidas

porque ellos no saben decir un poema, un “te quiero”

Ellos pierden toda la noche hasta el recuerdo

en sus noches no hay velas, solo luces deslumbrantes

cuando invaden sus perfumes ácidos

los bares donde van cada noches, como devotos

porque su vida es su vida

y nunca ascienden a escenarios mas intensos

sus paisajes luces extrañas ,porque sus miradas no tienen memoria

.Aunque a ellos les gustaría el despertar repiten una vieja pasión

integrarse en las largas noche irreales

para herir la envidia de su sombra

porque ellos deberían de ser vida

y hay veces que la vida ya no desciende mas

y entonces pueden aparecer esas cortinas rojas

y la música perdida

si en alguna ocasión, uno  se ve a través del espejo

como el árbol caído inexplicablemente

e intenta engendrar un mañana,

piensa que esta a un solo paso de este mundo pagano

entonces ve la tierra blanca y la nieve menuda

piensan que aun quedan nidos en los campanarios

que existen tardes de sol  e inviernos en calma

entre sus do vidas, hay enigmas graves

no pueden esperar porque desesperan

Todas las personas tenemos batallas para pelear

¡quien no tiene un tiempo vacío

que sociedad bendice al llamado enemigo

quien pone los cimientos de las cosas

la vida a veces no da alternativa alas personas

y es fácil ver lo que pasa en el ojo ajeno

deberíamos levantarnos con el pensamiento de que no somos mejores

el que hace lo que sabe, y sobre todo el que sabe lo que ve ya sabe mucho

Los amigo  que tengo, llevan  los ojos cansados

cuando la noche entra en su teatro sombrío

y dan los últimos besos a unos labios sin saber de quien eran

mientras ven unos ojos que no conocen