Volví a caer en una cruel desilusión, me envolvieron sus ojos negros
y caí de aquellos senderos.
Fue una fantasía enamorarme de ti, fue una mala idea
el desear tenerte.
Y más sabiendo que nunca serias mío, mi corazón se
dejó llevar por este juego brutal.
Por un juego peligroso, donde el que perdió fue el amor.
Ahora descargo mis penas entre versos desnudos, callan
mis palabras cuando las lágrimas de mis ojos quieren salir,
se me hace un nudo en la garganta al querer pronunciar tu
nombre y saber que tengo que dejarte ir.
Tuve que ser fuerte y ser yo quien te alejara de mí, y aunque
ya era muy tarde pues tengo que aceptar que de ti me ilusione
desde el primer día en me dijiste que me amabas.
Quise robarte un beso antes de que te fueras, pero no me atreví
preferí alejarme, quizás no verte más podría ser mejor y poner
entre tu camino y el mío una separación.
Aunque termine con este juego, y creo que fue lo mejor,
me siento vacía porque ahora te extraño y te recuerdo con
añoranzas, te escribo poemas y entre ellos tu mirada se
me refleja como el agua clara.
No sé qué fue peor, si aceptar que simplemente nunca
serias para mí o tal vez hubiese preferido vivir en un mundo
de fantasías aun sabiendo que uno de los dos perdería.
Me repito tantas veces que fue lo mejor, que tuve que hacerlo
y que debo acepta mi posición frente a ti.
Pero al corazón no se manda, no entiende de razones y
por más que lo pienso siempre llego a una sola
conclusión: que el tiempo decidirá si fue bien o mal alejarme de
ti, y decirte ADIOS en el momento justo antes que me enamorara.