Que la lluvia se lleve mis lágrimas,
que oculte mi tristeza,
que ahogue mis penas
y que mate el dolor.
Para que así nadie sepa que sufro,
para que nadie sepa de qué sufro.
Tan sólo quiero un refugio,
sin preguntas, sin presión o presunción;
tan sólo sus labios tibios
y sus brazos alrededor.
Con sólo aferrarme a eso
para ya no sentir temor...
el horrible temor de su ausencia,
y la certeza de su desamor.