Robledo de Chávela, 06 de Abril de 2006
Me regalas palabras,
diciendo que me amas,
escribiendo en mi pecho
que se han grabado
en un tratado eterno,
de algo pulcro y bello.
Y necesito una dosis
para seguir viviendo
contigo y sin ti,
y necesito un abrazo,
un beso, un vistazo…
porque deambulo y desespero
como vagabundo en un vertedero
como errante que no encuentra el sendero,
como la nieve que no cae en enero
por eso quiero amarte sin miedo,
de no perder esta maravillosa adicción,
que a tus ojos sicalípticos tengo,
porque quiero mirarlos y hablarlos,
sentirlos y cada vez más amarlos,
y seguir los dictados de amor
que marque el destino,
ese destino tuyo y mío.
Wicttor