I cried a river of tears to help you flow without fear, even if my heart trembles its only my ego in shambles.
You talk to me all the time not missing a single detail: who comes, who goes, who is born, who got married, who died, who was saved.
Politics! Don\'t believe a word, a circus that what it is, gimmicks .
We are many here with you, we come from different places; move to the sound of your breath, follow the angle of your gaze.
One hold your hand, the other brush your silky hair, an other one give you a sip, everyone wants to share, all want to hear a story.
Come on! go ahead you are such a good storyteller; you got plenty stories up your sleeves,
let’s hear it!
There is a place far away across sand dunes, dry lakes and steep cliffs, a magical place nested in a small oasis.
We set around the fire, immersed in an absolute silence away from the omnipresent crowd. Now we bath in a glorious sunset fading light, the crackling of the wood fire and the voice of the storyteller; are the soft and discrete sounds that escort us in the uniform tranquility of our lives.
One by one we fall asleep lulled by his crystalline voice and warm smile; there is so much love to give and receive that is in this precise moment that the eternal sleep embraces us.
Un río de lágrimas me fluye sin miedo, aunque mi corazón tiembla por su fragilidad.
En todo momento te escucho sin perder detalle: de quien viene, quien se va, quien nace, quien se casa y quien se salvó.
¡De política!, no creas palabra alguna, todo es circo, teatro y es truco.
Aquí estamos contigo y venimos de diferentes partes; ahora nos movemos al ritmo de tu respiración y seguimos en tu mirada.
Uno toma tu mano, otro cepilla tu sedoso pelo y todos compartimos tus historias.
¡Vamos pues queremos seguirte escuchando!; ¡Queremos más, hay mucho más!
En algún lugar lejano del otro lado de las dunas , hay unos lagos secos y acantilados; es un lugar mágico enclavado en un pequeño oasis.
Ahí nos hemos sentamos alrededor del fuego, sumergiéndonos en silencio absoluto lejos de la multitud. Ahora nos baña la gloriosa luz mortecina del atardecer, el crepitar de la leña y la voz del narrador; son los mullidos y discretos sonidos que nos acompañan en la uniforme tranquilidad de nuestras vidas.
Nos vamos quedando dormidos arrullados por su voz cristalina y cálida sonrisa;
hay, tanto amor para dar y recibir que es precisamente ahora cuando nos abraza el sueño eterno.
Merche DemBar
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