Tinta de Sangre

Para que sepas de mí

No es necesario que me digas

que me amas,

siempre amanece para las almas

que se reconocen en su esencia.

 

Para ti

 

Confío en que una tarde

te acercarás,

me mirarás,

te miraré mirarme y sin más gesto

que tomar tu mano,

caminaremos despacio,

con sol de cielo abierto o

con nubes cargadas de lluvia,

y andaremos perdidamente

enamorados, pero con ganas,

entregados en la persona que nos

complementa, en pedacitos,

así nacen las flores.

 

Esas palabras tuyas que pronuncias despacio,

que recorren la distancia y depositas en mi piel,

esa caricia de miel como un beso de aire,

cuando llamas mi nombre,

cuando sueñas lo que imagino,

ese último instante de preguntar

por ti a las horas,

si en tu boca me extrañas,

si en tu alma aún me sientes,

esa noche junto a ti cuando tú duermes,

esa poesía que los mismos

árboles susurran al viento,

cuando en tu cuerpo mi cuerpo

y en aquel espejo, ¿recuerdas?,

desnudos y encantados.

 

Este mundo de colores es todo una poesía,

y yo me dejo llevar por tus abrazos,

y yo me permito resbalar

y no me canso de estar en ti,

¡ya sé que no todo está bien!,

que a veces vivimos en un

pasaje constante de luces

y aromas y momentos fugaces,

pero estamos aquí,

tú y yo estamos aquí,

como una diminuta gota de grano

y arena ante el inmenso azul,

 

¡pintemos los tallos!,

¡miremos el mar, peregrinos!,

¡levantemos las alas y seamos finalmente vuelo!

 

Cuántas veces amor te amé, y no lo dije,

cuántas el recuerdo en otras miradas,

cuántas mañanas y en el café humeante

un TE AMO que sobrevivía,

cuántas veces callé necesitarte,

¡me haces falta!,

¡te quiero!

 

Confío en la poesía porque nace antes de mí,

en pedacitos,

y tú en ella, mi pensamiento,

mi más profundo ensueño,

 

¡estás presente hasta quién sabe cuánto,

estás ausente y TE AMO,

me cuesta ser razonable, ya me conoces,

mi amor es así!

 

T de S

MRGC

Namaste