Fragante la aurora naciente
que acurruca al niño dolido
corazón danzante y valiente
se retuerce de dolor al olvido.
Sombras de fuego y arena
que juzgan al alma perdida.
Entre miles se pierde hoy la primavera
dejando las lagunas vacías.
Sueños de lágrimas y sangre
hundidos en los amaneceres del mañana,
hoy quiere gritar la voz, pero calla
hoy perecen las voces
bajo la luz de la luna.